Julien Drevelle vive y trabaja en Cognac. Nacido en 1976, se inició en las artes aplicadas desde muy joven. De hecho, la tradición familiar ha estado ligada a la ebanistería, la tapicería y la decoración durante varias generaciones. Así, a los 16 años, se matriculó en la École Boulle, una prestigiosa escuela parisina de artes aplicadas. Tras cinco años de formación, dominó el uso de las herramientas, pero también, y sobre todo, el arte del dibujo. Apenas graduado, trascendió los límites de la artesanía para explorar el arte. Sintió una conexión con la pintura francesa de la década de 1950 y sus cuestionamientos sobre los materiales y los equipos utilizados. Su primera exposición tuvo lugar en el año 2000, y durante los últimos 15 años, Julien Drevelle ha seguido progresando, investigando y desarrollando su pintura. Trabajador incansable, sus obras pueden ser monumentales (grandes formatos de más de 2 metros) o minimalistas (cuadernos de bocetos o pequeños formatos). También trabaja con vidrio, metal y madera. Para él, «todos estos enfoques son pintura». Su obra es poderosa, animal pero a la vez estructurada, oscura y colorida. Trazos amplios marcan el espacio y el color lo anima. Su pintura se describe como arquitectónica pero también humana, desafiante y nos interpela. Hoy en día, crea un estilo pictórico que destaca entre la multitud y presenta su obra en diversas instituciones privadas. Actualmente es seguido por coleccionistas suizos y franceses, y el lenguaje pictórico que este joven pintor ha desarrollado atrae a muchos amantes del arte.